China, entre Camboya y Vietnam

No es poco conocida la estrategia china para aumentar su influencia tanto regional como mundialmente. El gigante asiático utiliza el comercio para extender su poder y presencia en la mayoría de los lugares que puede, teniendo una batalla de influencias con Estados Unidos.

En esta disputa, las dos grandes potencias tienen aliados y rivales, destacandose, por ejemplo, el rol de Japón en la discordia. Por supuesto, los objetivos primarios de China en esto son los geográficamente cercanos a ella, teniendo como punto caliente a la región del Indo-Pacífico, aunque Medio Oriente está cada vez más en su radar.

En esta estrategia de expansión de influencias entra Camboya, que tendrá una mejora en el Canal Funan Techo: un canal que conecta la cuenca del río Mekong con la costa camboyana, financiada por China Road and Bridge Corporation (CRBC), una empresa constructora estatal china, por un valor de más de 1.700 millones de dólares. El canal finalizado tendría unos 100 metros de ancho y una profundidad de hasta 5,4 metros.

El usar a empresas constructoras para expandir sus redes comerciales no es algo nuevo en el modo de actuar chino, teniendo a China Harbour Engineering Company como claro ejemplo.

Como resultado de esto, Camboya planea reducir el transporte marítimo a través de puertos vietnamitas en un 70%, de los cuales depende en gran medida en la actualidad, en particular del puerto Cai Mep. Este solo dato ya nos muestra por qué la mejora del canal sería problemática para las relaciones entre Camboya y Vietnam, dos países con dificultades diplomáticas en el pasado. Pero si sumamos la polémica surgida a raíz de las posibles consecuencias ambientales, tenemos un problema un poco mayor.

El inicio de la construcción del canal está prevista para finales de este año, y se calcula que se finalizaría en 2028. Muchas voces hablaron para expresar sus preocupaciones por los posibles daños al medio ambiente en este plan. Nguyen Hung, especialista en cadenas de suministro de la RMIT University de Vietnam, fue uno de ellos, afirmando que “Este proyecto puede provocar el desplazamiento de poblaciones establecidas, la pérdida de tierras agrícolas y la reducción de humedales”.

Por su parte, Brian Eyler, director del programa de sostenibilidad del centro de estudios Stimson Center, mencionó que el canal “reduciría el agua disponible para la producción de arroz a escala industrial en Vietnam”.

Las autoridades gubernamentales vietnamitas también han expresado su preocupación al respecto, manifestando su alarma por los posibles daños al delta del Mekong, una gran región productora de arroz que mantiene a millones de personas río abajo en Vietnam. Una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Vietnam dijo que esperaba que Camboya compartiera información para coordinar con Hanoi, con el objetivo de evaluar el impacto del proyecto. En relación a esto, desde Camboya se declaró que se había notificado a la Comisión del Río Mekong (MRC), una organización intergubernamental para la gestión conjunta de la cuenca, pero que no tiene la obligación legal de consultar a otros países de la región.

Ante estas preocupaciones, Sun Chanthol, viceprimer ministro y ex ministro de obras públicas y transporte de Camboya, mencionó que el agua que se desviaría sería “una gota en un cubo”, por lo que el proyecto tendría un impacto mínimo sobre el medio ambiente. Añadió a esto diciendo que “el canal beneficiará a los 1,6 millones de camboyanos que viven a lo largo del canal” gracias a una mejor irrigación para la agricultura.

También hubieron preocupaciones relacionadas a la posibilidad de que el canal pueda ser usado por China con propósitos militares, tema para nada menor, especulando con que se podría permitir el acceso a buques chinos por el canal. Ante esto, Sun Chanthol dijo que esto es absolutamente falso, ya que la constitución camboyana no permite presencia militar extranjera en el país.

Deberemos estar atentos a cómo se desarrollan los acontecimientos, ya que pueden afectar las complejas geopolíticas regionales. En un lugar con tal cantidad intereses cruzados, tanto de potencias medias como de grandes potencias, cada mínimo evento es digno de estudio. El Indo-Pacífico, como región de interés comercial y político, es una región clave tanto para los intereses de China como de Estados Unidos, y será un escenario fundamental para el conflicto en ciernes.